Igual que el árbol.

IGUAL QUE EL ÁRBOL.

Como el árbol viejo que ya ni hojas tiene.

Su tronco reseco se resquebraja

y sus pobres ramas se parten

al menor impulso de una mano.

Como ese pobre árbol

que solitario se quedó un día

y aunque siempre pareció muy fuerte

… se fue entregando poco a poco….

¡Ya no silva con el viento su dulce melodía !

Ese árbol, mucho antes fue pequeño;

nació de una semilla.

Ufano se estiró en alocados sueños

tratando de avanzar… con alegría.

Fue muy fuerte;

se convirtió primero en un arbusto

y al dar sus primeras flores

¡se recibió de árbol un buen día !

Tuvo una copa hermosa;

su follaje fue buscado por mil pájaros

y su néctar lo libaron las abejas,

dándole mucha importancia a su presencia

y fue creciendo feliz, sin una queja.

Se sintió en un momento

un árbol con una copa muy bella.

Importante, bien formado, poderoso.

Apreciaban su sombra los caminantes

y por las noches lo admiraban las estrellas.

En su entorno abrían florecitas pequeñas

que en colores variados

…tapizaban su suelo.

Más…. no sabe que pasó.

Un viento huracanado, en un instante,

dañino, malévolo… traicionero,

quebró una de sus ramas,

la más importante

y quedó ahí, a sus pies, tendida en el suelo.

El pobre la miraba desde arriba

… más nada podía hacer para ayudarla

y vio como la pobre se moría.

Tal vez eso fue el principio del fin.

Ya no abrieron florecitas de colores

a su alrededor, como una alfombra hermosa.

(Es que también para los árboles

la vida no es todo color de rosa ).

Hoy, a un paso del final, te digo amigo,

gracias por haber pasado en mi paisaje

y ojalá que una columna de gaviotas

te escolten por el cielo en tu último viaje.

No se si habrá cielo para los árboles.

No se si muchos llorarán tu partida.

Quiero decirte a solas,

en este adiós de penas,

que tu vida se pareció mucho a la mía.

Uno va perdiendo de a poco fortaleza,

pierde sus sueños como si fueran hojas

y un día los brazos caen, resquebrajados,

llenos de soledad … y ya sin sombra.

Seremos dos, no te preocupes árbol,

que partiremos por el camino del olvido,

cuando al pasar el tiempo,

por si acaso alguien nos nombra,

en esos cruces raros de la vida,

dirán de «un árbol que estuvo aquí plantado»

y de «una mujer que soñó mucho en la vida «!

OLGA

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